Dedo en martillo
- DR. BENJAMIN MONTES
- 9 jul 2022
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Un dedo en martillo es una deformidad del segundo, tercer o cuarto dedo del pie. En esta condición, el dedo del pie está doblado en la articulación media, de modo que se asemeja a un martillo. Inicialmente, los dedos del pie en martillo son flexibles y se pueden corregir con medidas simples, pero si no se tratan, pueden volverse fijos y requerir cirugía.

Anatomía
El antepié está formado por cinco dedos. Cada dedo del pie tiene tres articulaciones, excepto el primer dedo (grande), que generalmente tiene solo dos articulaciones.
En el dedo en martillo, el dedo del pie afectado se dobla en la articulación media, que se denomina articulación interfalángica proximal (PIP).

Causa
El dedo en martillo es el resultado de un desequilibrio muscular que ejerce presión sobre los tendones y las articulaciones del dedo del pie. Los músculos trabajan en pares para enderezar y doblar los dedos de los pies. Si el dedo del pie se dobla en una posición el tiempo suficiente, los músculos y las articulaciones se contraen y no se pueden estirar.
Usar zapatos que no le quedan bien es una causa común de este desequilibrio. Los zapatos que se estrechan hacia la punta empujan los dedos más pequeños hacia una posición flexionada (doblada). Los dedos de los pies se frotan contra el zapato, lo que lleva a la formación de callos y durezas, que agravan aún más la condición. Los zapatos con un tacón más alto empujan el pie hacia abajo y empujan los dedos contra el zapato, lo que aumenta la presión y la curvatura de los dedos. Eventualmente, los músculos del dedo del pie ya no pueden enderezar el dedo del pie.
Síntomas
Un dedo en martillo es doloroso, especialmente cuando el paciente lo mueve o usa zapatos. Otros síntomas pueden incluir:
Hinchazón o enrojecimiento
Incapacidad para enderezar el dedo del pie
Dificultad para caminar
Un callo o una callosidad en la parte superior de la articulación media del dedo del pie o en la punta del dedo del pie
examen medico
Examen físico
Su médico realizará un examen físico para determinar si la articulación del dedo del pie es flexible o rígida. Esta información le ayudará a determinar el tratamiento adecuado.
Pruebas
Rayos X. Los rayos X proporcionan imágenes de estructuras densas, como los huesos. Su médico puede ordenar una radiografía de su pie para confirmar el diagnóstico.
Otras pruebas. Los pacientes que tienen diabetes o disminución de la sensibilidad en los pies pueden requerir más pruebas para determinar si una afección neurológica es la causa del desequilibrio del tendón.
Tratamiento
Tratamiento no quirúrgico
En las primeras etapas del dedo en martillo, cuando la articulación aún es flexible, el tratamiento generalmente consiste en medidas simples.
Cambios en el calzado. Su médico le recomendará que evite usar zapatos ajustados, angostos y de tacón alto. Los zapatos deben ser media pulgada más largos que el dedo más largo del pie (que, para muchas personas, es el segundo dedo) y tener una puntera suave y espaciosa.
También puede encontrar un zapato con una puntera profunda que se adapte al dedo en martillo. Un taller de reparación de calzado puede estirar una puntera para que sobresalga alrededor de la puntera. Usar sandalias puede ayudar, si no pellizcan o frotan otras áreas del pie.
Ejercicios. Los ejercicios específicos pueden ayudar a estirar y fortalecer los músculos del pie. Es posible que su médico le recomiende estirar suavemente los dedos de los pies de forma manual o usar los dedos de los pies para recoger cosas del suelo. Él o ella también puede recomendar hacer "rizos de toalla" para fortalecer los dedos de los pies. Para realizar un curl con toalla, coloque una toalla plana debajo de su pie y use los dedos de los pies para arrugarla.

Remedios de venta libre. El uso de correas, cojines o almohadillas para callos no medicados disponibles comercialmente puede ayudar a aliviar el dolor. Si tiene diabetes, mala circulación o falta de sensibilidad en los pies, hable con su médico antes de intentar cualquier autotratamiento.
Tratamiento quirúrgico
Si la articulación del dedo del pie está rígida y ya no se puede mover, o si el tratamiento no quirúrgico no alivia los síntomas, su médico puede recomendarle una cirugía. La cirugía generalmente se realiza de forma ambulatoria con anestesia local. El procedimiento real dependerá del tipo y extensión de la deformidad.
Alargamiento de tendones. Para los pacientes con una articulación del dedo del pie flexible, la afección a menudo se puede tratar alargando los tendones que causan el desequilibrio articular.
Transferencia de tendones. Algunos pacientes con una articulación del dedo del pie flexible pueden beneficiarse de un tratamiento que consiste en transferir los tendones desde la parte inferior del dedo del pie hasta la parte superior del dedo del pie para ayudar a colocar la articulación en una posición recta.
Artrodesis (fusión de articulaciones). Los pacientes que tienen una articulación rígida del dedo del pie pueden someterse a un alargamiento del tendón en combinación con artrodesis. En este procedimiento, su médico extraerá una pequeña parte de un hueso en la articulación del dedo del pie para asegurarse de que el dedo del pie pueda extenderse por completo. Él o ella luego insertará un alambre o pasador externo y/o una placa interna para mantener los huesos en su lugar mientras se fusionan.


Recuperación
Después de la cirugía, es posible que experimente algo de rigidez, hinchazón y enrojecimiento en el dedo del pie durante un máximo de 4 a 6 semanas. Aunque podrá ejercer presión sobre el pie inmediatamente después de la cirugía, debe tratar de limitar su actividad mientras sana el dedo del pie. Elevar el pie tanto como sea posible ayudará a acelerar la curación y reducir el dolor. Una vez sanado, su dedo del pie puede ser un poco más largo o más corto de lo que era antes.
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